LA PUNTUALIDAD
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra
personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en
plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor
nuestro trabajo, ser merecedores de confianza. Se
necesita voluntad; la cuestión no es decir "quiero ser puntual desde
mañana", lo cual sería retrasar una vez más algo, es hoy, en este momento
y poniendo los medios que hagan falta para lograrlo: tales como agenda,
recordatorios, alarmas entre otros.
deberíamos tener en
cuenta La puntualidad como una virtud que cada vez menos personas ponen en
práctica. Se puede afirmar que la puntualidad se ha devaluado, Incluso, se
mitifica y se crean leyendas urbanas sobre lo 'chic' o elegante que es llegar
tarde a un lugar. Es la disciplina de estar a
tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de
amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar.
Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los
demás la vida más agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en personas
digna de confianza; es una práctica beneficiosa para la salud. Dos personas que
cumplen con el encuentro acordado, se muestran respeto, estima, cuidado. Quien
arriba puntual llega feliz, siente su dominio sobre las circunstancias la
puntualidad nos brinda libertad y abundancia por que el que comprende el valor
de su tiempo, lo distribuye sistemáticamente y respeta el tiempo personal
ajeno. La puntualidad es muy agradable de practicar.
No esperemos que la falta de puntualidad habla por sí misma, de
ahí se deduce con facilidad la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de
planeación en nuestras actividades, y por supuesto de una agenda.
1 comentarios:
Muy bien
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